Como empresa mayorista de peluches y mayorista de juguetes queremos hacer un breve pero ilustrativo resumen de la normativa de seguridad relativa a los juguetes. Es clave saber qué significan las etiquetas y cómo han de ser. Dicho de otro modo, hay que atender a una serie de pautas para entender el etiquetado de los juguetes y saber en qué fijarse para tener la certeza de que son seguros. Vamos a ver, a modo de resumen, cuáles son.
La etiqueta del juguete y el embalaje nos han de indicar de modo claro y comprensible los datos del fabricante y/o importador. No solo el nombre, sino también la razón social y la dirección. Ha de constar además la edad recomendada y las instrucciones de uso. Además, los juguetes eléctricos han de informar en el etiquetado de su potencia máxima, de la tensión de alimentación y del consumo energético.
Como ya vimos en otro post del blog, todos los juguetes que se comercialicen en Europa han de contar obligatoriamente con el marcado CE (Conformidad Europea). Estas letras dan cuenta de que se cumple con la normativa legal de la Unión Europea en materia de seguridad.
El etiquetado debe estar por lo menos en castellano e incluir las advertencias y las instrucciones de uso. La edad recomendada para los juguetes también ha de figurar en la etiqueta de manera visible y comprensible.
Si no está recomendado para menores de 36 meses, la etiqueta tiene que indicarlo señalando el riesgo de su uso por posible asfixia por las piezas desmontables y pequeñas que contiene. En los juguetes químicos ha de leerse la leyenda “utilícese bajo la vigilancia de un adulto”. Existen numerosas advertencias en función del tipo de juguete y el posible riesgo que puede provocar.
Además todos los juguetes deben ser ensayados en laboratorios especializados, siguiendo un método de ensayo recogido en las normas técnicas Europeas EN71 que incluyen la seguridad física del producto, riesgos de inflamabilidad y las propiedades químicas de sus componentes.
En Toinsa te insistimos en que hay que desconfiar de los juguetes que no lleven el símbolo de la CE y las advertencias e instrucciones que comentamos. No hay que confundir estas siglas con las de China Export (producto fabricado en China). De hecho, el Centro de Investigación y Control de Calidad de la Dirección General de Consumo, organismo dentro del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. examina cada año miles de juguetes procedentes del gigante asiático. Se fijan en las indicaciones de la recomendación de la edad, el lugar de fabricación, el fabricante o distribuidor, etc. Muchos de ellos no superan las pruebas y representan serios riesgos para los niños. Por eso, siempre hay que confiar en empresas solventes y serias y comprometidas con la seguridad del juguete.